Pues bien, vamos allá, os cuento mis experiencias y sensaciones.
Al recibir la llave me sorprende que efectivamente se trata de eso, y no de una tarjeta a lo que vengo últimamente acostumbrado.

Al llegar al vehículo, lo observo y veo que se trata del Clio V, genial para saber y poder contrastar si Renault está haciendo las cosas bien y está mejorando.
Exteriormente el coche es bonito, parecido a un Megane IV, pero más contenido. El color gris azulado, no está mal pero desde luego no es el que yo elegiría para mi, como podéis ver esta unidad monta llantas, cristales tintados y las luces Led. Los laterales vienen con unos cromados que abarcan los abrientes concluyendo con el nombre del modelo en la puerta trasera.

Al abrir la puerta, el vehículo me recibe con una melodía, como cuando arrancas un ordenador y Windows queda ya operativo para trabajar, mientras que la pantalla presenta un paisaje donde nos indica la hora, la temperatura y la fecha.

Me siento y me sitúo. Me dispongo a arrancar el vehículo, y sorpresa, no encuentro el botón de Start/Stop del motor, me doy cuenta de que hay que extraer la llave del mando, la cual en un primer momento imaginé que era únicamente para situaciones de emergencia como quedarte sin pilas o batería y poder acceder al vehículo, pero no, hay que hacer uso de la ella como antaño, parece mentira pero extraño el sistema de arranque pulsando un botón.
Me adapto en el interior del coche, regulando asientos, volante y retrovisores. Acto seguido, me dispongo a resetear los parámetros del ordenador de abordo para controlar un poco los diferentes datos de kilómetros, consumo, medias, instantáneas,... y la verdad es que lleva un rato porque no los encuentro por ningún lado, hasta que me topo con un conmutador de gasolina/gas, y automáticamente caí en la cuenta de lo que muchos de vosotros os quejabais, de que los motores que combinan ambos combustibles no mujestran los consumos, ni resto de medidas y paré de volverme loco buscando dichos parámetros para ponerlos a cero.

Efectivamente para mi sorpresa se trataba de un turismo en el cual podemos utilizar ambos combustibles, es la primera vez que tengo un vehículo de estas características, pero sinceramente solamente explotaré la parte de gasolina, para el gas no dispongo de demasiado tiempo y además de momento no despierta en mi ningún interés.

Los asientos parecen cómodos, los trayectos que voy a realizar no van a servir para saber si los kilómetros harán mella. En un principio el volante tiene demasiados botones, y el sistema para controlar la radio sigue siendo con otro mando aparte tal como Renault nos tiene acostumbrados (por no decir los franceses en líneas generales ya que en Peügeot es parecido) solamente han realizado pequeños cambios de diseño y botones, será cuestión de acostumbrarse, pero conduciendo me es inevitable pulsar algunos botones del volante sin querer; y al apagar el motor muchas veces sin querer también giro la ruletilla del mando que controla la radio provocando que cambie la sintonía.



Una de las cosas que al principio me chocan bastante, es que en donde va el retrovisor viene montada la cámara, la cual supongo será la que lea las señales de tráfico, pues dispone de este equipamiento; además de los sensores para el encendido automático de las luces y el limpia parabrisas automático (esta última opción no me he fijado si la lleva). Lo cual a mi modo de ver restan visibilidad en el parabrisas y me parece algo voluminoso.
Me abrocho el cinturón, y ya veo que Renault ha hecho costumbre el remate del cinturón con la misma cinta en lugar de otras formas para que la hebilla no se vaya al fondo del suelo.


En líneas generales, parece que los acabados están bien, me encuentro con una pantalla táctil donde el sistema envía información, configuras diferentes opciones, controlas la radio y el navegador entre otros. Decir, en mi opinión, este tipo de sistemas táctiles en el mundo del motor, no me parece ni lo apropiado ni lo correcto, pues te hacen dejar de prestar atención lo que realmente importa, es decir, conducir. Ya simplemente para apagar la radio o cambiar entre diferentes modos tienes que ver donde pulsas, no es como vehículos más antiguos donde tú por intuición y sin dejar de quitar la vista de la carretera podías controlar la radio por ejemplo. Esto me hace pensar si realmente en seguridad no estaremos dando un paso atrás, y me contesta a mis propias preguntas cuando circulando por carretera y me encuentro con un accidente: "¿Cómo se han dado ese golpe si es en plena recta con gran visibilidad y sin más problemas?" efectivamente a veces es cuestión de fracciones de segundo para liarla.
_________________________________________________________
Mecánicamente ya os he adelantado que se trataba de un motor tricilíndrico de 1 litro de 100 CV y 160 Nm que puede ser alimentado con gasolina o con GLP, asociado con una caja de cambios manual de 5 velocidades. A ralentí es silencioso para lo que me esperaba, Renault en este tema todavía no termina de resolver los sonidos que emiten sus gasolina, de sobra conocido y tratado por muchos foreros. Se nota que los tres cilindros no logran redondear el giro del motor, pero quizás sale mejor parado que otras marcas como un Hyundai i20 o un Škoda Fabia. Si bien no tengo que decir lo mismo con el escape que es demasiado ruidoso, pareciera como si tuviese roto el silencioso y fugaran los humos por otro lado, pero nada de eso, los expulsa perfectamente y es la resonancia que emite desde el propio motor.
El motor viene presentado sin tapa cubre motor, pensé que al tratarse de un motor pequeño encontraría más hueco en el compartimento, facilitando de esta manera el posible cambio alguna luz fundida u operaciones diversas de mantenimiento, pero no es así. La batería, no sé si es un nuevo ejercicio de ahorro de costes pero ya no viene protegida y cerrada en un compartimento, mejor que juzgue cada uno:

Esta unidad en concreto cuenta ya con 16 mil kilómetros, así que el motor ya le ha dado tiempo de asentarse. Empezamos a rodar y noto que el vehículo se desenvuelve muy bien en la ciudad, el conjunto de chasis y suspensión afronta muy bien las diversas situaciones y obstáculos, sobre todo a lo que nos vienen acostumbrando los ayuntamientos con sus dichosos reductores de velocidad donde a veces se les van de las manos y construyen verdaderas montañas. El vehículo es suave y dinámico, pero su punto fuerte no es la insonorización motor habitáculo, si al motor le exiges responde de maravilla y llegadas a unas 2.500 vueltas es donde saca la garra y afila los dientes para catapultarte con sus 100 CV, pero el ruido del motor se te mete dentro del vehículo, que si bien resta confort, he de decir que incita a llevarlo alto de régimen pues en la lejanía me recuerda a la melodía de un antiguo motor de 8 cilindros de todo un "muscle car".
Los cambios son muy suaves, en este aspecto noto mejoría y la palanca esta bien situada, quizás los cambios son algo largos y puede que se eche en falta una sexta velocidad, pero los desarrollos están bien planteados. Todas las velocidades entran perfectamente y sin protestar.
Desde un primer momento, si bien he de decir que enseguida encuentro mi postura y me encuentro cómodo en el asiento el embellecedor a modo de saliente que rodea la palanca de velocidades, me castiga la pierna derecha sin compasión, después de más de 100 km que recorro con el vehículo no me termino de acostumbrar. Aquí me acuerdo mucho del amigo ironbrick cuando se queja de la ergonomía de Renault. ¿De verdad era necesario ese acabado, que si bien se trata de un plástico, me incomoda bastante? ¿Ningún ingeniero se ha dado cuenta? ¿No han rodado con él antes de sacarlo al mercado?




Andrés_ClioV, tampoco he podido dejar de pensar en ti cuando hemos intercambiado diversas opiniones sobre el confort que da este modelo para afrontar viajes largos, y lo siento pero me remito a mi experiencia con él, y en mi caso resalto mi opinión de que yo en mi caso no lo cambiaria por todo un Volvo para estos menesteres, es una pena, porque por este detallito que parece sin importancia declinan la balanza hacia un lado.
La habitabilidad está bien aprovechada, aunque por tamaño no dejamos de tener un utilitario y las plazas traseras no dejan de estar un poco justas sobre todo de cara a las piernas. El acceso a las mismas es correcto y para una persona de una altura dentro de la media no supone ningún problema ni te das cabezazos contra el techo.

En cuanto al maletero, es el correcto para un vehículo de estas características, de fácil acceso a pesar de que el paragolpes trasero sube muy arriba exigiendo un esfuerzo extra para introducir el equipaje o carga, en este sentido no hay cambios respecto al modelo anterior y además todas las marcas son así en pro, supongo, de una mayor seguridad en caso de alcance. Al principio me costó dar con el pulsador para abrirlo que se encuentra escondido a la altura de la matrícula y cerrando el maletero noto que retiembla bastante el alerón donde se sitúa la tercera luz de freno.

Seguimos pronto...